Si algo le faltaba a este Racing convulsionado por los escándalos mediáticos de sus jugadores y sus declaraciones cruzadas era perder lo único que le quedaba en pie: su invicto. Cayó como local por 3 a 2 frente a un Belgrano que vino a hacer su negocio y se llevó los tres puntos. De esta manera no solo se despide del campeonato (si es que todavía tenía esperanzas) sino que también quedó muy lejos de clasificarse a la Copa Libertadores, el último objetivo que le quedaba en pie.
En la primera etapa Belgrano se dio cuenta que podía lastimar en ataque y así fue. A los 31 Pereyra define solo frente a Saja y abre el marcador. Tan solo cuatro minutos después amplía el resultado con un cabezazo de Turus. Golpe casi de nocaut para este Racing que por primera vez le convierten dos goles en un solo partido. Sin embargo a los 37 minutos logra descontar con un maravilloso tiro libre de Gio Moreno que se clava en el ángulo de Olave que nada pudo hacer. 2 a 1 y renacía la esperanza, aunque le duró muy poco, ya que a los 44 minutos nuevamente Pereyra cabecea por encima del arquero y pone el 3 a 1 con el que terminaría el primer tiempo.
En la segunda etapa Racing tuvo que salir a buscar el partido pero nunca supo cómo darlo vuelta, más allá del gol de Viola que sirvió para acortar distancias, pero no más de eso. Simeone movió el banco y acumuló delanteros, pero no logró llegar al empate a pesar de tener tantos jugadores en ataque y careció de ideas. Sobre el final se fue expulsado Hauche por agredir a un rival en clara actitud de impotencia.
Racing cayó tras 15 partidos sin conocer la derrota. Perdió la solidez defensiva que lo había caracterizado en el torneo y quedó afuera de toda intención de entrar a las copas y por si fuera poco se fue silbado por sus hinchas, dolidos por una nueva desilusión. ¿Habrá autocrítica del plantel y cuerpo técnico? Habrá que esperar…
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