Empate que suma

Si antes del partido le preguntaban al hincha de Racing si el empate era negocio seguramente la respuesta sería negativa. Sin embargo, debido a lo acontecido esta noche frente a Arsenal seguramente ese hincha entendió que el empate no estuvo tan mal. Pero mejor ir por partes.
Al comienzo del partido La Academia salió a atacar. Iban apenas 40 segundos cuando Teo Gutiérrez cabecea dentro del área y la pelota pasó cerca del arco. Fue solo un espejismo, porque con el correr de los minutos Arsenal emparejó el juego y se paró de igual a igual, aunque ambos equipos carecieron de ideas para abrir el marcador. Pese a eso, fue Racing el que estuvo más cerca, con el mencionado cabezazo de Gutiérrez y un remate de afuera del área de Hauche que Campestrini desvió al córner. Muy poco en la primera etapa.
En el segundo tiempo, cuando iban apenas 9 minutos Teo Gutiérrez insulta a Abal y ve correctamente la tarjeta roja dejando al equipo local con 10 jugadores el resto del partido. A partir de ese momento, y con el condicionamiento de jugar con un hombre menos, Racing le cedió la pelota al visitante y se paró de contraataque. Apostó simplemente a alguna corrida de Hauche, que no tuvo compañía en ataque, pese a que Simeone había dispuesto el ingreso de Lugüercio por Toranzo, aunque le pidió sacrificio e ida y vuelta al Ex Estudiantes para que colabore con el mediocampo. Arsenal manejaba la pelota pero carecía de ideas. No creó situaciones de riesgo. Recién a los 43 minutos remató al arco cuando en una serie de rebotes Mauro Obolo, en la medialuna, lanzó su tiro por arriba del travesaño. Muy poco lo del conjunto de Sarandí.
Sobre el final Abal expulsó a Ortíz (Hasta ahí la figura del partido) por doble amonestación y emparejaba a los dos equipos con diez, unos minutos más tarde Viola (Que había ingresado por un deslucido Lucas Castro) fue con ambos pies a pegarle un rival y se fue expulsado. Racing termina el partido con nueve jugadores.
Aún así pudo haber ganado si hubiese aprovechado dos pelotas paradas que desperdició en el final.
Llegó el pitazo de Abal y terminó el encuentro. Racing sacó un empate que a priori, siendo local no parecería negocio. Sin embargo, teniendo en cuenta que el equipo finalizó con nueve jugadores y que en otros tiempos, hubiese sido derrotado no ve esta igualdad con malos ojos. Con este empate La Academia salvó la ropa, alcanzó la punta en soledad (dependerá de los resultados del fin de semana para mantenerla) sigue invicto y mantiene viva la ilusión.